EMILIO URRUTIA DÁVALOS (1935 - 1973)

 “He intentado escribir el Paraíso. Que no os mováis. Dejad hablar al viento ese es el Paraíso” (Ezra Pound).

“El verdadero problema de la guerra (la guerra moderna) es que no le da a nadie la posibilidad de matar a la gente indicada”. (Idem).

Creador de las “Redes de Trasporte Dávalos”, conocido como el “Modelo de Y de viajes subterráneos”.

Urrutia Dávalos nace en una familia de clase media de Santiago, emparentada en segunda generación con la familia de Miguel Serrano, embajador chileno de la época. Estudiante destacado del Instituto Nacional, emblema de la tradición de la república chilena, Dávalos ingresa a estudiar arquitectura a la Universidad de Católica de Chile. Prontamente entra en contacto con grupos protofascista de la época, dividida entre el socialismo utópico heredado de Marmaduque Grove[1] y nacionalismo esotérico de Miguel Serrano[2], el joven Urrutia siente inclinación por las formas futuristas de transporte. Alumno de Castillo Velasco y la “ciudad social”, el joven Urrutia tomaría camino propio inspirándose principalmente en la reciente arquitectura de Niemayer y de Le Corbusier.  No obstante lo anterior, Urrutia Dávalos se aleja de estos arquitectos al ser tendencia izquierdista. En ese momento, viaja por oriente, donde se ve influenciado por “Centro de  Congresos en Viena”, (1960) del japonés Masato Shimizu, o las “Transplation I, Linear Cities” (1964) y “Transplation II, Space Cities”(1967) del austríaco Raimund Abraham.

De regreso en Santiago de Chile, funda la “Y.company”. En los inicios de los 70, elabora manifiestos anti populares, principalmente contra humanismo social del arquitecto Castillo Velasco y contra el pseudo futuro de Juan Parrochia; despotrica contra la nueva tendencia humanista de las viviendas, “falsos espejismo de futuro, condenados al hacinamiento, envueltos en papel celofán”. Se crea enemigos poderosos, los cambios sociales no le vienen bien, el convulsionado Chile moderno parece sobrepasarlo. Se encierra en su despacho, horas de trabajo febril, maquetas de transporte subterráneas, mapas submarinos, ciudades colgadas en la Antártica: un imaginario post apocalíptico.

Durante el Gobierno de Frei Montalva propone un proyecto paralelo al Metro de Santiago (1968) presentado por el consorcio franco-chileno BCEOM SOFRETU CADE, la propuesta era “Las Redes de Transporte Dávalos”, capsulas subterráneas que permiten a los humanos transportarse por la ciudad, a alta velocidad. Dicho proyecto lo comenzó a elaborar el año 52, invirtiendo los pocos recursos económicos de su familia. Contrató a ingenieros, a matemáticos y físicos de la época, urbanistas. Su idea era cambiar Santiago y transformarlo en una ciudad del futuro. Explica que” el deseo de todo hombre es estar siempre a tiempo, siempre en dos lugares a la vez”, invoca una especie de arrobamiento místico. Sin embargo, el gobierno de la época desestima su propuesta, ya que la considera “un poco ficticia”. 

Desesperado y en la banca rota, Urrutia recurre a las pocas posesiones de su familia e instala una refundición de N.company. Durante ese año, se dedica como ayudante de arquitectura en una de las oficinas de Velasco, con quien intenta una y otra vez, proponerle nuevos proyectos, el Chile del futuro es subterráneo: “en el centro de la tierra está nuestro lugar. La guerra fría, la contaminación de las aguas, el descongelamiento de la Antártica, son nuestros enemigos”.

Ese mismo año sufre un derrame cerebral que lo terminaría por internar en un hospital público de Santiago, muriendo dos días antes del golpe de estado en Chile. Sus restos nunca fueron reclamados y se desconoce su paradero post mortem.   

De su vasta producción “arquitectónica”-cabe señalar que ninguna de sus obras fue realmente construida- sólo algunos manuscritos permanecen en la biblioteca de Castillo Velasco, su gran maestro, pero al mismo tiempo, su más profundo enemigo.



[1] "Yo me impacté mucho cuando Grove asumió el poder. La gente en ese tiempo cuando no tenía plata para la comida iba a la casa de empeño. A mí me tocaba empeñar el día lunes para tener plata para la comida. Mi mamá en ese tiempo había tenido que llevar la máquina de coser a empeñar y otras cosas también. Entonces cuando Grove, el primer día que subió, sacó un decreto que se debía devolver todas las herramientas de trabajo que estaban empeñadas y entregadas a la gente sin cobro. Y eso impactó de inmediato en las personas, mi mamá estaba tan feliz porque no tenía plata para sacarla" (Livia Dávalos, sobre el Gobierno de los 12 días de Grove).
[2] "La llamada ideología de Serrano, que tiene el nombre pintoresco de 'hitlerismo esotérico', es una manifestación de carácter surrealista y no perjudica en nada su obra literaria, realizada con una pluma aguda y penetrante. Fue un hombre de amistades profundas, como la que tuvo con Jung y con Hermann Hesse (en cuya casa vivió). En su notable 'Memorias de él y yo', en cuatro tomos (1993 - 1996), pinta un gran sesgo de la vida chilena. Es una de las mejores memorias que se hayan escrito en el país" (Armando Uribe, poeta, Premio Nacional de literatura)